El mejor café es el café fresco

La frescura del café permite que el consumidor experimente sus sabores y aromas. Además de sus propiedades saludables.

El café recién tostado muestra todas las poderosas cualidades que lo hacen tan apetecible.  Esa es una de las características que lo elevan en las preferencias de los consumidores.

El café arábico es rico en aromas y sabor

El café arábico contiene una alta concentración de aldehídos de olor caramelo/dulce/malta, también un aroma de ¨mantequilla¨, el que es delicado si su procesamiento es distante de la etapa del consumo.

Café D’Aroma conoce a la perfección esta condición de un café de calidad, porque traen el café arábico en su estado natural para procesarlo en Chile y llevarlo a cada lugar en el territorio nacional a los pocos días de tostado. Ver video D’Aroma.

Sistema de tostado al aire

Nuestro café es tostado por un sistema de tueste al aire, el  cual retiene y potencia el aroma de los granos, además de ser un sistema 100% ecológico, pues no emite partículas contaminantes a la atmósfera.

El tueste del café es una fase vital dentro de la cadena de elaboración. Hay quien sostiene, y no le falta razón, que un buen tueste influye más en la calidad de una taza de café, que la bondad de la mezcla escogida.

¿Cómo mantener en el tiempo su sabor y aroma?

La solución principal de este aspecto de la frescura es el mantenimiento de condiciones frías, secas y la preservación de las estructuras que conservan el aroma incluyendo el grano en sí.

Las estrategias para la prevención incluyen empaques resistentes a la humedad (de forma que humedad adicional no pueda ser absorbida), el manejo de las condiciones ambientales (temperatura y humedad) alrededor del enfriamiento, reposo y empaque, y evitar temperaturas extremas durante el almacenamiento.

El congelamiento del café es controvertible, hay quienes han tenido buenas experiencias, pero diversos estudios demuestran que afecta el sabor y la consistencia de los granos.

Se mantienen además sus propiedades saludables

El café es un bálsamo para el corazón y el espíritu. Giuseppe Verdi

Entre las propiedades destacan: “potasio (40-80 mg por taza), el magnesio (24 mg), el sodio (1 mg), el calcio (2 mg), el hierro (0,1 mg) o el fósforo (4 mg). El consumo de unas tres tazas de café al día puede contribuir a alcanzar las ingestas diarias recomendadas para estos minerales, señala Mª Antonia Lizarraga, Licenciada en Medicina y Master en Nutrición de la Universidad de Barcelona.

De igual modo, la experta indica que “además de mejorar el rendimiento intelectual y físico, el consumo moderado y regular de café puede reducir el riesgo de padecer diversas enfermedades, como las de tipo degenerativo (Parkinson y Alzheimer), la Diabetes Mellitus, las dolencias hepáticas y algunos tipos de cáncer, como el de faringe, esófago, hígado o colon”.

Entre otros beneficios tales como la protección del sistema cardiovascular, por supuesto, como en todo hábito, sin caer en el exceso.

El café también, mejora el estado de ánimo y a enfrentar de mejor manera los desafíos a los que hoy nos enfrentamos, con una actitud positiva y buen humor.

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